La modalidad de rutas por etapas en modo fastpacking es una actividad que combina la exigencia física y mental de la carrera de montaña con la sensación de libertad y exploración del senderismo. Consiste en realizar una ruta por etapas en la que se recorren largas distancias a pie en poco tiempo, llevando consigo todo el equipo necesario para todos los días que dure la ruta y sobrevivir en el camino.
La exigencia física de esta actividad es alta, ya que implica recorrer largas distancias a pie, a menudo a través de terrenos irregulares y pendientes empinadas. Además, el peso del equipo necesario y la comida que se lleva a lo largo del camino aumenta la dificultad de la actividad. Es esencial estar en buena forma física y tener la resistencia necesaria para completar la ruta sin sufrir lesiones o fatiga extrema.
La exigencia mental también es significativa, ya que los participantes deben estar preparados para enfrentar los desafíos que se presentan en el camino. La capacidad de adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes, superar los obstáculos del terreno y mantener una actitud positiva durante los momentos difíciles son fundamentales para tener éxito en el desarrollo de una ruta por etapas. Uno no sabe a priori de las dificultades que se encontrará a lo largo de los varios días que se encuentra en la montaña. La planificación previa, la estrategia de la ruta y la capacidad de improvisación también son clave para hacer frente a cualquier eventualidad que pueda surgir.
A nivel de preparación física, el fastpacking implica alternar el caminar con correr largas distancias a un ritmo constante. Es importante realizar entrenamientos de andar y correr, básicamente para aumentar la resistencia cardiovascular y mejorar la capacidad pulmonar. Es importante empezar con una distancia moderada, adecuada a nuestro estado de forma físico y aumentar gradualmente las distancias y la duración del entrenamiento para evitar lesiones posibles lesiones y fatiga, acostumbrando al cuerpo progresivamente a realizar largas tiradas a un ritmo aeróbico, un ritmo suave que pueda aguantarse durante largo tiempo puesto que este es el ritmo principal que emplearemos durante cada etapa del Tour.
Realiza los entrenamientos en el mismo tipo de medio donde vamos a realizar el Tour buscando la especificidad del entrenamiento. Si el Tour se recorre por montaña, es necesario realizar entrenamientos por montaña, caminando/corriendo por terrenos irregulares y empinados. Por ello, también es importante ejercicios que mejoren el equilibrio y la agilidad. Ejercicios como saltos en una pierna, escaleras y entrenamiento de equilibrio en tabla pueden ayudar a mejorar estas habilidades y ayudarnos a progresar adecuadamente en montaña, acostumbrando a nuestros músculos al tipo de esfuerzo que vamos a realizar.
Debemos entrenar la fuerza muscular. El entrenamiento de fuerza es fundamental para aumentar la resistencia muscular y prevenir lesiones. Ejercicios como sentadillas, flexiones de brazos y elevaciones de piernas pueden ayudar a fortalecer los músculos que se usan durante el Tour preparándolos para soportar varios días de ruta seguidos cargando con peso.
Es importante acostumbrarse al peso de la mochila y al equipo que se llevará durante el Tour. Se recomienda aumentar gradualmente la carga del peso de nuestra mochila según van avanzando los entrenamiento hasta alcanzar el peso que se llevará en la ruta y acostumbrarnos a esa sensación.
El descanso es esencial para la recuperación muscular y evitar la fatiga. Es importante programar días de descanso entre los entrenamientos y asegurarse de tener un sueño de calidad para poder afrontar un nuevo entrenamiento al dia siguiente con garantías.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones para entrenar el aspecto mental y poder disfrutar al máximo de esta actividad:
- Visualización: la visualización es una técnica de entrenamiento mental que consiste en imaginar escenarios positivos y visualizar el éxito en la actividad. En el caso del fastpacking, puedes visualizar la ruta y los desafíos que se presentarán en el camino, imaginando cómo los superarás con éxito.
- Practica la atención plena: la atención plena o mindfulness es una práctica que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y a mejorar la concentración. Practicar la atención plena puede ayudar a mantener una actitud positiva y a estar presentes en el momento, lo que es clave para poder disfrutar del entorno y enfrentar los desafíos de la actividad.
- Entrenamiento de la resistencia mental: para poder enfrentar los momentos más duros durante la actividad, es necesario entrenar la resistencia mental. Puedes hacer esto mediante entrenamientos de alta intensidad o desafiantes que te obliguen a salir de tu zona de confort, y que te permitan aprender a manejar la incomodidad y el dolor.
- Aprende a manejar el estrés y la presión: el fastpacking puede ser una actividad exigente y puede generarte estrés y presión en algunos momentos. Aprende técnicas de manejo de estrés y presión como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o la meditación, para poder manejar mejor estos momentos.
- Crea un plan de acción: prepararse mentalmente también implica tener un plan de acción. Es importante que tengas un plan de ruta claro y que sepas cómo enfrentar diferentes situaciones que puedan presentarse en el camino. Saber cómo manejar situaciones de emergencia, cómo tomar decisiones rápidas y cómo adaptarse a las condiciones cambiantes puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad durante la actividad.
Con una preparación adecuada y un enfoque constante en el entrenamiento, cualquier persona puede estar en buena forma física para realizar rutas por etapas en modo fastpacking. Además, es importante recordar que el entrenamiento debe adaptarse a las necesidades y limitaciones de cada individuo, y siempre es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud y el fitness para evitar lesiones y maximizar los resultados.
